Reduce tus emisiones: Invierte en energías renovables, mejora la eficiencia energética en tu hogar o empresa, y adopta hábitos más sostenibles. Genera créditos de carbono: Si reduces tus emisiones más allá de lo requerido, puedes obtener créditos de carbono que certifican tus esfuerzos. Véndelos en la bolsa de carbono: Los créditos de carbono se convierten en una mercancía que puedes vender a empresas que necesitan compensar sus emisiones.