La implementación del Decreto reglamentario N°2371/2022 de la Ley 15.325 en la provincia de Buenos Aires trae beneficios tanto para las empresas como para los usuarios
Para las empresas, esta medida representa una oportunidad para impulsar un modelo energético más eficiente, descentralizado y sostenible. Al fomentar la generación de energía renovable, se reduce la dependencia de fuentes de energía no renovables y se contribuye a la mitigación del cambio climático. Esto es especialmente importante en un momento en el que la transición hacia una economía baja en carbono se vuelve cada vez más relevante.
Además, al permitir que los usuarios generen su propia energía renovable mediante la instalación de paneles solares en sus hogares, se alivia la carga sobre el sistema de transporte y distribución eléctrica. Esto significa que las empresas proveedoras de energía pueden reducir sus costos operativos y optimizar el funcionamiento de su infraestructura.
En cuanto a los usuarios, convertirse en "Usuarios-Generadores" les brinda una serie de beneficios significativos. En primer lugar, al generar su propia energía renovable, pueden reducir considerablemente sus facturas de electricidad, ya que disminuyen su dependencia de la red eléctrica convencional. Esto supone un ahorro económico considerable a largo plazo.
Además, en caso de generar un excedente de energía, los usuarios tienen la posibilidad de inyectarlo a la red eléctrica. Como incentivo adicional, recibirán descuentos impositivos por esta contribución a la generación distribuida y al sistema eléctrico en general. Estos beneficios impositivos están relacionados principalmente con exenciones en Ingresos Brutos y en el Impuesto al Sello, lo que representa un atractivo adicional para los usuarios.
Otro aspecto importante es que esta medida promueve un uso más eficiente de la energía y fomenta hábitos de cuidado ambiental. Al generar energía renovable para su propio consumo, los usuarios contribuyen activamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y al uso responsable de los recursos naturales.
En resumen, la implementación de esta medida en la provincia de Buenos Aires beneficia tanto a las empresas como a los usuarios. Las empresas pueden impulsar un modelo energético más sostenible y reducir costos operativos, mientras que los usuarios pueden ahorrar en sus facturas de electricidad, recibir beneficios impositivos y contribuir al cuidado del medio ambiente.
Es una situación en la que todos ganan: las empresas, los usuarios y el Estado.